Cuenta Esopo, en una de sus más conocidas fábulas, que un buen día, un granjero descubrió que una de sus gallinas había puesto un huevo dorado. Al examinarlo comprobó que era un huevo macizo de oro. Al día siguiente volvió a poner otro huevo de iguales características y desde entonces, cada día el granjero despertaba con más ansiedad para recolectar su huevo de oro. Colmado de riquezas, la codicia y la impaciencia le hicieron matar a la gallina para así obtener todos los huevos de una vez. El granjero descubrió que la gallina estaba vacía y ya no tenía forma de volver a conseguirlos.

Nuestra sociedad pre-coronavirus, como en la fábula, tenía puesto el foco en recolectar todo lo que pudiera y cuanto antes. Exprimir al máximo el planeta y sus recursos naturales. Conseguir aumentar la cifra de turistas en el País, con la finalidad de incrementar el consumo, a costa de someter a un terrible estrés nuestros paisajes, nuestros recursos naturales e incluso nuestra convivencia. En las empresas, poniendo el foco en la cuenta de resultados, en el famoso EBITDA, sin tener en cuenta a las personas, dando más valor lo que se consigue, y no tanto a la forma en que se consigue.

En coaching consideramos que las cosas no pasan por “casualidad” sino por “causalidad” y curiosamente, este virus maldito nos para en seco. Dejamos de emitir CO2 a la atmósfera con la flota de aviones parada y las restricciones de movilidad. Para en seco también nuestro consumo exorbitado. Paran nuestras industrias y por tanto nuestra producción (los huevos de oro)

Ojalá esta nueva era sea la de poner foco en “nuestra gallina”, darle de comer y de beber, alimentarla adecuadamente, dejarla descansar cuando corresponda, para que así podamos seguir obteniendo esos huevos dorados tan preciados durante mucho tiempo antes de matarla. Nuestro planeta lo necesita, nuestro País lo necesita; también nuestras empresas y modelos de negocio; y quizá tú también lo necesites.

Si al leer esto consideras que tú no puedes hacer nada por este mundo ni por este País ni por tu empresa, te recuerdo la frase de Madre Teresa de Calcuta: “Pocos de nosotros podemos hacer grandes cosas, pero todos podemos hacer cosas pequeñas con gran amor”.

Y ahora te toca pensarun poco… te invito a que te respondas:

  • ¿Qué es para ti la gallina?
  • ¿Qué son para ti los huevos de oro?
  • ¿Cómo cuidabas a tu gallina?
  • ¿Cómo la vas a cuidar a partir de ahora?

Dedico este artículo a mi amiga Susana Anduizauna gran persona e inmejorable Coach que comparte conmigo sus trucos para cuidar de mi mente, mediante la meditación ayudándome así a aumentar mi capacidad productiva.