Según el diccionario de la RAE un sistema es un “conjunto de cosas que relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen a determinado objeto”. Los seres humanos vivimos en un entorno lleno de sistemas a los que pertenecemos. Desde el universo, pasando por nuestro sistema solar, nuestro planeta, nuestro país, región, ciudad, comunidad de vecinos, etc…

perteneces y has pertenecido a varios sistemas: Amigos, trabajo, colegio, club, parroquia, aficiones, etc… Incluso si lo piensas, tú eres un sistema. Pero si existe un sistema que por su importancia y naturaleza determina un alto porcentaje de lo que eres, ese es tu familia. La representación que hoy te haces de lo que fue tu familia de origen condiciona muchos de los comportamientos, creencias que hoy te configuran. Aunque te hablaré de esto en posteriores publicaciones, metodologías como las Constelaciones Sistémicas aplicadas a las familias puede ayudar en tu desarrollo personal.

Quiero poner aquí el foco en las empresas familiares, las cuales configuran un caso muy especial en el que se entremezclan varios de estos sistemas. Se trata de entidades en que la gestión de lo racional (los números, las finanzas, la tesorería, el beneficio, etc…), se mezcla con la gestión de lo emocional (vínculo afectivo, gestión de las emociones, la comunicación, etc…).

Se ha escrito mucho acerca de las dificultades de las empresas familiares y de los altos índices de fracaso de las mismas en los procesos de sucesión. Sin embargo es difícil encontrar literatura acerca de los puntos fuertes que, sin duda, tienen este tipo de sistemas. Con base en mi decálogo de equipos fascinantes, me propongo hacer un repaso a esas FORTALEZAS:

1º Tienen un objetivo común: En la empresa familiar no solo se busca la obtención del beneficio sino, sobre todo, que la familia tenga un medio económico para su subsistencia. Detrás de toda empresa familiar exitosa, hay siempre una familia empresaria cohesionada.

2º Conocen el sentido de su existencia: La transmisión oral y en entornos no directamente relacionados con el trabajo del sentido de existencia de la empresa asegura que todos sus miembros entiendan qué es aquello que les diferencia.

3º Cimentan su trabajo en sus valores: Las familias empresarias se caracterizan por una clara transmisión de los valores a todos sus miembros. El esfuerzo de las generaciones predecesoras, la perseverancia, la honradez y la humildad son algunos de los valores que me encuentro al acompañar a estas empresas en su camino.

4º Trabajan por Proyectos: La asignación de áreas de la empresa a miembros de la familia, que en muchas ocasiones es vista como un punto débil por el riesgo convertir la dirección en pequeños reinos de taifas, configura sin embargo la oportunidad de la creación de equipos multidisciplinares en los que los miembros de la familia ponen en juego sus capacidades y actitudes de forma responsable, posicionándoles de cara a una sucesión exitosa.

5º Se sirven de sus diferencias: La diferencia, puesta en valor, es imbatible… la diferencia, para el conflicto también lo es. En la empresa queremos al mejor, por sus resultados. En la familia queremos a la persona, por el mero hecho de ser como es. La aceptación de la persona tal como es, con sus virtudes y sus defectos, permite a la persona desarrollar todo su potencial en la empresa familiar como en ningún otro sitio.

6º Son flexibles: Al procurar el bienestar de sus miembros, las familias empresarias consiguen que la empresa familiar adapte sus estructuras y de esta forma se consigue una visión global y sistémica de la empresa.

7º Trabajan desde la confianza: La confianza en los miembros de la familia facilita a cada uno poner foco y atención en su propio cometido, confiando en que todas las piezas encajarán.

8º No existe el fracaso, sino el aprendizaje: La empresa familiar, al tener no solo el objetivo económico, se configura como el lugar donde sus miembros se realizarán como personas y como trabajadores, por lo que el error forma parte de su cultura, y se considera normal y una oportunidad de crecimiento y aprendizaje constante.

9º Sienten orgullo de pertenencia: Escribía en mi último artículo acerca de la importancia de esta emoción para la consecución del éxito. En pocas instituciones se procura este sentimiento como en la empresa familiar. Me quedo con lo que tiene de positivo esta emoción.

10º Sus miembros se aman: El amor es la base de la existencia de la familia, cuya finalidad última es la de procurar el bienestar de todos y cada uno de sus miembros.

Y ahora te toca pensar un poco… te invito a que mires a tu familia como si fuese un equipo y te respondas:

  • ¿Qué objetivo común tenéis?
  • ¿Para qué existís como familia?
  • ¿Cuáles son vuestros valores?
  • ¿Qué proyectos comunes compartís?
  • ¿Cómo gestionáis vuestras diferencias?
  • ¿Rigidez o flexibilidad?
  • ¿Cuánto confías en tus familiares? ¿Y ellos en ti?
  • ¿Fracaso o aprendizaje?
  • ¿Cómo os sentís de orgullosos de pertenecer a vuestra familia?
  • ¿Cuál es la base de vuestra relación?

Quiero dedicar este artículo a José Joaquín Martínez, que además de ser una excepcional persona, desde su labor de párroco dedica su vida a los demás, ayudando a las familias a su difícil tarea de la convivencia diaria con base en el amor y la fe. El me ha enseñado que no solo es necesario hacer todo lo que está en tus manos para que las cosas funcionen, como en este decálogo, sino que debe existir un equilibrio entre el hacer y la fe. Gracias por tanto, José Joaquín!!!