La realización del MBA de Fundesem ha supuesto una experiencia inolvidable de la que destacaría el efecto que ha producido en mí de renovación interior. La vuelta a la ilusión por el trabajo bien realizado, por el hecho de ser consciente de que el esfuerzo personal tiene su recompensa a largo plazo.
Última clase. Excel para directivos con el profesor José María Murillo.
La fuerza interior que cada uno de nosotros tenemos es algo que, con el tiempo, desgraciadamente, tenemos la sensación de que se va perdiendo. Nuestras ilusiones, sueños, metas, objetivos y retos, se van diluyendo influidos por el entorno hostil, la dura realidad y una sociedad que nos arrastra a la idea del éxito fácil conseguido con el mínimo esfuerzo. Esto nos empuja al conformismo y a la desgana, la desilusión y a una actitud reactiva y crítica que proyecta nuestra propia dejadez en los demás haciéndoles culpables de lo que a nosotros nos sucede.
Sin embargo, no podemos olvidar nunca los principios naturales que rigen absolutamente todo. Es imposible recoger sin haber sembrado previamente. Y esto no lo digo yo, es simplemente un principio natural. No existen fórmulas secretas ni pociones mágicas ni “gallinas de los huevos de oro”. Los logros, tanto los grandes como los pequeños, se consiguen con esfuerzo personal y dedicación plena. Personalmente siempre he estado convencido de que lo que nos rodea (la sociedad, el trabajo, las costumbres, las modas, las prisas, el estrés, etc…) es infinitamente menos potente que lo que se encuentra en nuestro interior.
Escuchamos en muchas ocasiones la frase de “la fe mueve montañas” en un contexto de alabanza hacia alguna proeza ajena y que normalmente vemos como lejana. Sin embargo esa frase se vuelve mágica cuanto mas la acercamos a nosotros mismos y la interiorizamos. Cada uno de nosotros somos fuente de la que emanan ideas, proyectos, ilusiones. Somos creadores. Y esa fuerza creadora tenemos que apreciarla, ser conscientes de ella y decidirnos a emplearla y manejarla en pro de nuestra realización personal y nuestro éxito profesional y humano, sin dejarnos arrastrar por lo que se mueve fuera de nosotros.
Inolvidable experiencia en el Outdoor training.
En el MBA, gracias al alto nivel del profesorado, pero sobre todo gracias al potencial del gran grupo humano que hemos formado todos los alumnos, he tenido la oportunidad no solo de vislumbrar claramente y ser consciente de esa fuerza creadora sino también a utilizarla y moldearla de un modo efectivo, así como a reafirmarme e interiorizar principios y valores tales como el del esfuerzo personal, el crecimiento interior, la educación, la paciencia, la integridad, la honestidad, el saber escuchar, el sumar potenciales en lugar de dividir, el servicio a los demás y un largo etcétera, lo que me ha llevado a tener el pleno convencimiento de que las raíces se han fortalecido y los vientos y adversidades que amenazan el árbol que hay en mí no me afectarán.
Gracias a todos los que habéis hecho posible desde FEDA y FUNDESM esta experiencia.